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Amparo Querol, Directora Científica de la Acreditación de Excelencia Severo Ochoa del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA); Amparo López, Directora del Instituto y Paula Subirats, gestora del Severo Ochoa, asistieron ayer al acto de entrega de los distintivos de excelencia investigadora Severo Ochoa y María de Maeztu, impulsados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para reconocer el trabajo de los centros y unidades de investigación de Excelencia en España.
De la mano de la Ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, Amparo Querol recogió el distintivo de Excelencia y compartió con el lo que ha supuesto este reconocimiento para el IATA: “Prepararnos para solicitar la acreditación supuso un gran esfuerzo interno del centro, donde tuvimos que realizar un análisis exhaustivo y elaborar un plan estratégico muy sólido; recibir este reconocimiento ha motivado a todo el personal. Nos enorgullece servir de ejemplo para otros Institutos del área de Ciencia de Alimentos que se plantean este reto”, explicó.
El reconocimiento se realiza mediante una convocatoria competitiva anual, cuyas solicitudes son evaluadas por un comité científico internacional en función de una serie de criterios como el impacto de la investigación en el escenario científico mundial, la generación de conocimiento de frontera, actividades de formación y atracción de recursos humanos a nivel internacional, la colaboración con centros de investigación de alto nivel, y las actividades de transferencia y divulgación del conocimiento a la sociedad. Esta acreditación reconoce la trayectoria del IATA y su papel actual dentro del Sistema de Ciencia y Tecnología español.
La acreditación como Centro de Excelencia Severo Ochoa o Unidad de Excelencia María de Maeztu tiene una validez de cuatro años y supone un millón de euros anuales para cada uno de los centros en ese periodo, o quinientos mil euros anuales en el caso de las unidades. Además del reconocimiento social y científico, la acreditación permite el acceso prioritario a otras iniciativas en materia de fomento de la investigación. Las convocatorias son gestionadas por la Agencia Estatal de Investigación (AEI).
El Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos del CSIC es sinónimo de excelencia en investigación multidisciplinar en el área de Ciencia y Tecnología de Alimentos. Su experiencia (fue fundado en 1966) le coloca a la vanguardia de la innovación y la transferencia de conocimiento al sector productivo, así como en la formación y educación en ciencia y tecnología de los alimentos. Su investigación se engloba en cuatro programas clave: Alimentos y Salud; Seguridad Alimentaria y Riesgos Emergentes; Alimentos Sostenibles, desde la producción a la conservación; y Ciencia de Datos aplicada a la alimentación.
Durante la pandemia de COVID-19, el IATA impulsó proyectos pioneros como los sistemas de monitorización del coronavirus en aguas residuales y la producción de mascarillas. Ambas iniciativas fueron reconocidas en la 1ª edición de los Premios CSIC de Transferencia y Emprendimiento. Desde que recibiera el distintivo Severo Ochoa por primera vez en la convocatoria de 2021, el IATA ha desarrollado 20 patentes con gran impacto en la industria agroalimentaria, y ha contribuido al asesoramiento científico para políticas públicas que tratan cuestiones como las enfermedades metabólicas, la contaminación por plásticos, la resistencia a antibióticos o los retos del sector vinícola.
“Este reconocimiento ha posicionado al IATA como el primer instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos reconocido por su calidad científica y capacidad innovadora, elevando nuestro prestigio a nivel nacional e internacional. Gracias a esta distinción, atraemos y retenemos a investigadores de alto nivel y talento joven. La financiación que recibimos nos permite mejorar nuestras infraestructuras, contratar personal cualificado y llevar a cabo proyectos de investigación de vanguardia, optimizando nuestra gobernanza”, concluye Amparo Querol.